jueves, 16 de febrero de 2012

¿SE PUEDE SER LIBRE Y HONRADO EN UN PAÍS COMUNISTA?

Conocemos por la experiencia y por la prensa el diferente modo de vida de los dirigentes comunistas en estos países frente a la de sus conciudadanos de a pié. Esto ha traído siempre consigo ciertos niveles de corrupción de los que Vietnam no es una excepción, sino más bien un claro ejemplo.
Charlando en cierta ocasión con mi traductora del inglés al Vietnamita y hablando de la dificultad de comprar allí un coche por lo elevado de los impuestos (el 200%), le hice el comentario que, quizá, en el futuro el gobierno tomase medidas para facilitar la compra de vehículos a los ciudadanos. A ella le salió del alma un comentario similar a éste: “…¡ el gobierno; ¿hacer algo para la gente…?, imposible, sólo están pensando en enriquecerse ellos…”. Esto es sólo una anécdota, pero me sirve de introducción al tema del título.
Hormigonando zapata de puente
En efecto, cuando hablamos de construcción de grandes obras públicas, si ya en nuestro “civilizado” occidente, ocurren casos de corrupción, qué no será en un país con niveles altos de la misma, como Vietnam. Y en medio aparece en consultor internacional.
Por supuesto, la corrupción directa va a ser más difícil y, en cualquier caso dependerá de la honradez personal del ingeniero consultor, la cual la damos por supuesta. Por otro lado los niveles de ingresos de dicho consultor estarán muy por encima de los normales del país (según mi experiencia del orden de 10 veces más), por lo que será una dificultad adicional.
El consultor internacional está en medio entre el Contratista y el cliente.  Y este último puede actuar de dos maneras:
1.    Poniendo todo tipo de trabas al constructor para conseguir el soborno, por ejemplo elevando artificialmente los niveles de la calidad.
2.    Una vez conseguido dicho soborno, poniendo inconvenientes al consultor si no aprueba lo acordado entre el cliente y el constructor.
3.    La mejor manera de poner dichos inconvenientes es la solicitud de cambio del personal del consultor.
A lo anterior se añade para los consultores internacionales la dificultad de trabajar en un país totalmente desconocido con problemas de comunicación por el idioma.
¿Cómo debería actuar el consultor en ese momento?. En realidad la respuesta es muy difícil, porque estamos hablando de personas con diferentes tipos de comportamiento y sentimientos.
Tratamiento de suelo blando con drenes verticales
En efecto, a nadie se le puede exigir que sea un héroe o caballero andante que trate, de cualquier manera y siempre, de hacer valer las buenas prácticas, sobre todo cuando sobre él pesa la amenaza de traslado. Sin embargo, habrá que tener en cuenta las siguientes consideraciones:
1.    El dinero de los ciudadanos se debe emplear eficientemente, es decir, el resultado de la obra pública ha de tener una calidad “razonable”. Es decir, siempre nos movemos dentro de tolerancias de las normas y no debemos consentir que se haga algo fuera de ellas que sepamos que va a tener un resultado malo.
2.    El consultor internacional, no puede extralimitarse, aunque así se lo pida su cliente, poniendo todo tipo de pegas al contratista para que mejore la calidad por encima de lo exigido contractualmente (sobre todo si intuye que es para conseguir algún soborno del constructor). Habrá de tener en consideración las condiciones del concurso, del contrato y las condiciones locales.
    Como dije antes no es una cuestión fácilmente resoluble y dependerá en cada caso concreto de la situación y las personas. En mi caso concreto sufrí una gran presión para firmar unas certificaciones del contratista si haber cumplido todos los requisitos, mientras veía, por otro lado, como el cliente (quizá también fruto de su inexperiencia) exigía en los terraplenes unos niveles de calidad totalmente exagerados apoyándose en algunas interpretaciones particulares de las especificaciones. Mi sorpresa era grande, y así se lo hice saber, si la calidad de los terraplenes era mala ¿por qué esa insistencia en el pago de las certificaciones?, ¿no sería mejor retener una cantidad de dinero hasta su corrección?
    Ya lo comenté en mi artículo “CÓMO COMPORTARSE UN CONSULTOR INTERNACIONAL ESPAÑOL EN OBRA CIVIL EN VIETNAM”, que el mantenerme en mi postura me costó el salir de ese proyecto en Vietnam, con el
Pila en el puente sobre el río Lo
consiguiente trastorno para mi empresa. Sin embargo, creo que hice lo que debía y estoy muy orgulloso de ello.
    No quiero terminar el artículo sin mencionar, simplemente a modo de anécdota, que cuando comenté a amigos y compañeros mi salida de Vietnam diciendo que “una persona honrada y libre no es bien vista en una país comunista (algunas veces añadía corrupto)”, algunos me decían: “aquí tampoco”. Lo considero simplemente como un chascarrillo, ya que podemos estar satisfechos de nuestra forma de trabajar en España, o al menos la garantía del que hace alguna cosa mala, tiene el riesgo del castigo correspondiente.

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